La ciudad y la deriva
De un texto de Mario Gaviria;
“… Henri Lefebvre, filósofo y sociólogo francés que inspiró el Mayo del 68, tenía una concepción mucho más materialista y filosófica, escribió libros como La revolución urbana, de lo rural a lo urbano, el derecho a la ciudad, un muy bonito título. Emplea una metáfora muy sugerente, la metáfora de la ostra. Venía a decir que en el fondo las ciudades con como una ostra; dentro de la concha está la ostra y va generando su concha y su forma. Y la forma que tiene la ciudad es consecuencia del funcionamiento que tiene el ser vivo, del funcionamiento que tienen los ciudadanos. Lefebvre que inspiró mucho a los situacionistas en temas urbanos hablaba de la poiesis. Hay una forma literaria que es la poesía, pera hay otra forma, que es aún más profunda, que consiste en vivir poéticamente. Decía que es mucho mejor tener una emoción poética, o amorosa, o afectiva en la ciudad, que leer un poema bello de amor. Es lógico e es mejor la realidad real que la virtual o retórica. En este aspecto yo creo que todo aquello que nos lleve a intentar crear acontecimientos, situaciones, etc., que nos permitan vivir poéticamente, felizmente, afectivamente, es una obra de arte en sí mismo. Es decir, el arte no es sólo el hacer una poesía, sino el intentar vivir poéticamente…”
“… A vivir la ciudad se aprende y se practica. Yo fui co-alumno de Lefebvre con los situacionistas, no sé si habréis oído hablar de ellos. Fueron una desmembración del movimiento Cobra de los años 50, eran artistas, escultores y pintores europeos que se orientaron hacia lo social. Y defendían la ciudad como una verdadera obra de arte y la vida en la ciudad como una obra de teatro, cada día te montas una obra de teatro para ti mismo. El líder de aquellos fue Guy Debord, eran todos anarquistas pero siempre mandaba alguno más que otro, como es costumbre también el anarquismo aragonés. Guy Debord murió alcohólico, suicidado hacia los 60 años, no se llega a más edad si se vive muy intensamente, y vivía en París no ya como los surrealistas de los años 20, cuando París tenía aquella macha terrible, sino que lo reproduce en los 60 con la teoría de la deriva, práctica que os la recomiendo si tenéis ocasión. Vais tres, cuatro o cinco amigos y amigas, ellos lo hacían y también lo hice alguna vez, coges la pasta que tengas, no hace falta llevar mucho, y dices: vamos a vivir la ciudad cuatro o cinco días, por ahí, a lo que pase. Salís os paráis y veis una cosa, luego otra, luego os metéis a un bar, luego vais a no sé donde, y cuando ya llega la noche pues te buscas una pensión y duermes o no duermes y empalmas hasta el amanecer.
Esa era la teoría de la deriva, que es todo lo contrario de lo que le sucede al trabajador en su vida diaria, del trabajo a dormir. Frente a eso la deriva era totalmente revolucionario. Ahora yo creo que sería el momento de reinventar la deriva. Las fiestas de Huesca, yo estuve hace años, o las fiestas de San Fermín, si alcanzas una buena tasa de marcha y de emotividad, con amigos y amigas, acabas pasando 6 u 8 horas que te pierdes y no sabes cómo acabar. Eso es la deriva, ésa es una especie de deriva.
Bien, pues esa teoría de la deriva para vivir la ciudad, para descubrir cosas insólitas o hacer todas esas cosas para las que nunca has tenido tiempo. Esa sería una forma interesante de redescubrir la vida urbana y la creación de acontecimientos en la vida cotidiana. …”
Actas Arte y naturaleza, “La ciudad” dph 1998
2 comentarios
bio -
http://www.sindominio.net/ash/is0209.htm
garufa -
Por cierto que el próximo Carnaval es buen momento para \"derivar\".