Dias de cerdo y nieve
Por fin ha llegado el invierno, con su rutina habitual. Bio, se acabaron los bares hasta primavera. Me estiro y noto ese cosquilleo que da la emoción.
Mañana todo un pueblo silencioso y a la voz de Fuenteovejuna "todos a una" mataremos a Filemón nuestro cerdo. Trescientos estómagos le estarán eternamente agradecidos de una día de fiesta y comida continua hasta las hogueras de la noche. Llamadme primitiva, lo que querais, pero ver a todo un pueblo ajetreado, caldero para arriba, morcillas al estómago, traeme esto, quita aquello, con un aroma peculiar que lo impregna todo es para disfrutarlo. En todo caso, es un acto colectivo que evita otros pensamientos .
Y después de eso, por fin nieve. Ummmmm. Vienen fines de semana de esquiar hasta notar ese maravilloso cansancio. Nunca dejaré de alabar el inmenso lujo que supone tener en esta provincia las pistas de esquí de fondo de los Llanos del Hospital . La sensación de respirar por el esfuerzo, rodeada de montañas y del blanco impecable de la nieve en el Plan d'Estañ o la Basurta, rodeada de montañas. Sin filas, sin remontes, sin locos/as de la colina a 100 por hora, solo esfuerzo y ritmo.
3 comentarios
bio -
x...lo pasé genial...es lo que tiene que te esperen con un palmero moscatel con torta...que se te olvida el frio...se te olvida todo...a lo largo del día hasta el nombre...un besazo
x -
chestercampo -