8 de marzo
Ayer le daba vueltas a qué decir hoy, 8 de marzo, un año más. Pensaba que es importante seguir diciendo en voz alta un "Para nosotras, que nos queremos tanto". Por todas nosotras, por las que trabajan, por las que estudian, por las que investigan la vida, por las que sienten, por las que empatizan, por las que sufren, por las que mueren día a día.
Ayer le daba vueltas a decir algo revindicativo de la obviedad. De algo tan lógico como dificultoso que es pensar que el 50% de la población mundial es igual que el otro 50%. De algo tan lógico que si a ese 50% se le permite, opinar, expresar, avanzar, aportar, todos y todas saldremos ganado.
Ayer les daba vueltas a decir algo que ponga de relieve el reconocimiento a los compañeros que caminan a la par, a los que saben ver, a los que te guiñan el ojo en las situaciones complicadas, a los que se indignan contigo.
Hoy, me he levantado, y he visto que Luna, mi mascota conejil, había muerto. Ha sido mi compañía muda durante los nueve años más duros de mi vida. Ahora que he aprendido a quereme, a respetarme, a permitir que me quieran, ahora que por fin soy mujer completa, de forma muda ha marchado.
Un 8 de marzo, ¿creeis en las señales?
6 comentarios
bio -
eugenio abraham puente -
Me gusto tu blog, estare visitando. Un saludo desde Cd. Juarez en Mexico.
Y si, todos los dias son dias de orgullo. :)
bio -
HombreRevenido -
Luna se llamaba, además. Tremendo.
Siento la muerte del conejo como celebro tu resurgimiento. Esa compañía muda (y tu post brillante de hoy) nos hace pensar, y nos hace mejores.
x -
Animo y fuerza, chiqui. Aunque tú de eso tienes un montón.
Peibols desde el curro -
La muerte de las mascotas es para much@s más dura que la de ciertos familiares / amigos.
Tal vez por esa enfermiza y silenciosa compañía.
Como dice mi madre de Lola (nuestra perra) "si es que solo le falta hablar".
Y respecto al día 8, yo estas cosas, como el día del Odgullo, creo que estas batallas se hacen día a día. Hacerse la moderna un día al año no ayuda.
De todas formas, luchad fuerte, que siempre tendreis algún hombre dispuesto a respaldaros.
un besazo