Educando en valores, já!
Esta semana me he autoimpuesto silencio, más que nada para rumiar unas cuantas cosas. Entre manifestaciones y botellazos físicos y dialecticos.
Siempre que aparece algún caso de violencia en centros escolares, o vinculada a gente joven, se vuelve a hablar de educación en valores. Es un tema que personalmente me hastía ya que quienes tienen la posibilidad de hacerlo ofrecen un modelo bien alejado de lo que pregonan.
Me cansa sobre manera la confrontación política, ellos hablan de crispación social, pero "señores no estamos crispados, estamos cansados de su falta de profesionalidad". Desde el momento en que el debate político necesita de mamporreros y fontaneros para ser una realidad ustedes nos están privando de la principal herramienta de educación democrática, el dialogo, la exposición de ideas y la argumentación, evidentemente pública.
Nos tienen acostumbrados a asumir como ineludible una dinámica, que a mi corto entender es perniciosa. Los grandes temas políticos, y los pequeños, se cocinan en la trastienda, se guisan, se doblegan, y cuando están listos nos los ofrecen a los ciudadanos, cual niños, como plato ya listo para tragar. Mientras tanto entretienen nuestro juicio, con esa especie de pan y circo, el del mamporrero, vacío de contenido, lleno de acusación, carente de datos y alejado de la capacidad de juicio que a todo ciudadano/a se le debe presuponer.
A partir de aquí, la apropiación con fines políticos del espacio ciudadano que es la calle, no deja de ser una vulgaridad más. "Si tu te pusiste en cabeza de cuantas manifestaciones pudiste, yo voy y las organizo" y como vulgarmente se dice, tontolaba el último. Ni unos y otros se libran del transfondo. Los unos porque por herencia cultural no creen en la participación, otros que la vivieron de cerca en la transición han hecho los posibles por domesticarla y centrifugar todo espíritu crítico, ambas visiones absolutistas de una realidad que por derecho es de todos y todas.
A partir de aquí, disculpen si no me quito el sombrero cuando hablan de educación en valores, ya que ustedes a los que sí se les presuponen hacen flaco favor al ofrecer referencias. Ustedes triunfadores que no pueden vivir sin una cuantiosa dieta, comida cara y similares.
De esta no se libran tampoco ustedes, la élite del deporte, ese deporte que según reza en slogan, es cooperativo y educativo. Y que nos están acostumbrando a desmanes inaceptables, en los que "la pela es la pela, tú" pasan de rapidillo con mínima sanción.
Por no librarse, no se libra hoy ni la ley de la igualdad. Pero de este tema mejor hablo mañana.
4 comentarios
Anónimo -
Las mentiras y la manipulación no es propiedad de un único partido y/o/u ideología.
Comparar el control de masas con la esclavitud me parece aberrante.
Suena a reflexión comunista, el otro extremo que exprime a las personas tanto como el fascismo. Los extremos son malos, los mires desde donde los mires...
Nietzsche -
EL PUEBLO, si ese viejo conocido, ese holgazán, ese núcleo de gente que prefiere no hacer nada, que piensen por el, que le digan donde ir y que decir,...mientras los delincuentes y criminales metidos a la política o empresarios especuladores se frotan las manos viendo la forma de ESCLAVITUD de nuestros días: el control de masas.
Por eso apuesto por la minoría, esa que cambia el mundo desde la trastienda, esa que debe regresar sin complejos y no olvidar que el pueblo que se solía defender a mostrado su cara más baja. Ahora defenderemos al pueblo que se construye a si mismo. Abstenerse esclavos y cobardes.
discente -
Recordemos aquel ministro de hace años, famoso por la Ley que llevó su nombre, y que sus vástagos estudiaban en el Colegio Británico?
HombreRevenido -
Excelente análisis estomacal y sabio. Seamos realistas, esa gente que dice representarnos sólo nos soportará si somos borregos, porque en el fondo nos desprecian.